jueves, 18 de octubre de 2012


Breve compendio biográfico

Nació esta esclarecida religiosa en la villa real de Benigànim el día 9 de febrero de 1625 en una casa de humilde aspecto, en el antiguo barrio de origen árabe llamado la “illeta”. Josefa teresa que así se llamaba al paso que crecía en edad, aumentaba en deseos de amar y servir á Dios y de inmolarse en aras de su abrasada caridad hacia el prójimo.

A los ocho años recibió el sacramento de la confirmación y poco después,  el de la comunión.

Muerto su padre entró, junto con su hermana, como hija adoptiva en casa de su tío Bartolomé Tudela, el cual ocupaba la bailía[1] de la villa. En esta casa dio a conocer ya algunas de las virtudes cristianas que habían de caracterizarla, también en este lugar se produjeron prodigios tales como el naranjo que planto de revés y creció con normalidad, en la actualidad uno de los árboles monumentales de la C. Valenciana, el ventanuco por el que huyó al ser acosada, los dos agujeros producidos por las balas que intento propinarle su tío y el lavadero en que se le manifestó Jesús preguntando si quería ser su esposa. Todo esto se conserva en el edificio que en la actualidad funciona como casa de la cultura.

Como desde su niñez no era otro su deseo que el de ser religiosa, a pesar del deseo de sus tíos que querían casarla y de los problemas para ser aceptada monja, ingreso en el monasterio de agustinas descalzas de la purísima concepción y san José, que el patriarca san Juan de ribera fundó en la referida villa de Benigànim, ingresó en calidad de hermana de obediencia.

Si antes de entrar en religión había dado Josefa pruebas grandes de santidad, en su nuevo estado las dio exacerbadas, aventajando notablemente a las más ejemplares hermanas de claustro.

 

Tres cosas sobresalen de una manera especial en la vida de Josefa de santa Inés y la distinguen bastante de otros santos: lo candoroso y sencillo de su carácter, su mortificación extremada en beneficio de sus prójimos, y su devoción grande a las almas del purgatorio.

El doctor Felipe Benavent, párroco de Benigànim, fue su confesor por espacio de muchos años y dejó escrita su vida, dice de nuestro personaje histórico que: era tan sencillísima, que tratada en cosas tocantes a lo del mundo parecía no tener uso de razón ni discurso, pero en punto de virtud y perfección discurría como un santo Tomás y aconsejaba como un San Pablo.

La rudeza de su entendimiento llegaba al punto que, lejos de haber podido aprender a leer, ni aún si quiera conoció una sola letra. A pesar de esto en los últimos años de su admirable vida, leía en el coro con admirable perfección el oficio divino, valiéndose de una pequeña imagen del Ecce-Homo, hoy venerado en el templo parroquial de dicha villa.

Su vida toda fue una continua y penosa mortificación que apenas consentía descanso a su cuerpo, ya extenuado por sus muchas y prolongadas dolencias. A mas de las enfermedades terribles, de que no se vio libre en todo el curso de su vida, se imponía incesantemente los mas duros trabajos, ora para evitarlos a sus hermanos de hábito, ora para aliviar a sus prójimos en sus penas y aflicciones, y siempre por imitar del mejor modo a Jesucristo, de cuya pasión era devota ejemplar y fidelísima imitadora.

Ocurría con frecuencia que la madre Inés acudiese al auxilio de aquellos que implorasen su protección en momentos de peligro o de algún mal, la caridad expiatoria de Josefa de santa Inés y su espíritu de sacrificio por los pecados del pueblo se extendió también a las cárceles oscuras del purgatorio, se dolía en efecto, en tales términos de las almas purgantes, que en beneficio de estas se sacrificó de un modo exacerbado.

Las apariciones que presenció fueron innumerables, según los religiosos que la estudiaron en compensación por sus trabajos. Lo que causa mayor asombro es, que tan señalados favores del cielo los recibía Josefa como la cosa más natural del mundo, y los refería con sorprendente sencillez.

No es posible referir en tan breve exposición todas y cada una de las visiones sobrenaturales que tuvo la Beata Inés, del mismo modo que pensamos que no sea el lugar mas a propósito para tal fin, no obstante referiremos uno elegido al azar para que el lector tenga una idea de la naturaleza de tales visiones: se dejó ver el señor a Josefa cargado con una pesadísima cruz le dijo a nuestra religiosa

Contar los éxtasis y arrobamientos místicos que sobrevenían a esta bienaventurada durante su continua oración, sería interminable a la vez que impropio, dado el carácter del texto, pero referiremos a la letra las palabras de su confesor y biógrafo, Dr. Benavent, en lo tocante a este Según refieren los teólogos que estudiaron su persona era durante esto raptos espirituales cuando Dios le revelaba los misterios de su bondad y le infundía el conocimiento sobre los dogmas y demás aspectos de la doctrina que por su roma inteligencia desconocía.

Cargada en efecto de años y merecimientos vio la madre Josefa, con gran gozo, acercarse el momento de su muerte.

 

Después de haber anunciado su muerte con anticipación, y habiéndose despedido con tiempo de multitud de personas que le eran devotas, y muy tiernamente de sus hermanas de religión, el día de su patrona la virgen y mártir santa Inés, recibidos los Santos Sacramentos y ante la presencia de una visión celestial abandonó este mundo a los setenta y un años de edad y cincuenta y dos de religiosa

Fue la Beata Inés de estatura algo más que mediana, algún tanto corpulenta y con el rostro varonil y algo moreno, no obstante según algunos testigos después de la muerte su cuerpo quedó más agraciado y sus carnes más flexibles.

Cuatro días estuvo su cuerpo insepulto y expuesto a la expectación de los fieles, el entusiasmo y sentimiento a la vez de los fieles al saber la noticia de su muerte, no tuvo límites: todos en confuso tropel acudían al convento para poder contemplar el cadáver y conseguir algún pedazo de las ropas y demás objetos de su uso, el pueblo entero proclamó su santidad y la invoco cado en sus aflicciones constantemente.

Extraido de la "Novena y Breve compendio d ela vida de la Beata Josefa de sta. Inés de Benigànim" del doctor José V. Benavent
 



[1] Baile es aquel que en un lugar de realengo administra el real privilegio, en Benigànim la bailía la ostentaban los hermanos Tudela. Es la figura más cercana al actual alcalde.
 

1 comentario:

  1. Hemos constituido una sección en nuestra Asociación Cultural que tiene como objetivo el catalogar , promover , estudiar y difundir los Gozos devocionales populares de la Comunidad Valenciana porque están en riesgo de perderse definitivamente en muchos lugares. En ese sentido hemos creado un blog http://gogistesvalencians.blogspot.com/ para dar visibilidad a este apasionante trabajo que estamos haciendo. Esperamos que sea de vuestro interés esta iniciativa. Un saludo afectuoso.
    Adjunto el gozo dedicado a la beata http://gogistesvalencians.blogspot.com.es/2012/09/gozos-en-honor-la-beata-ines-venerada.html


    Salvador Raga Navarro
    PRESIDENTE
    Asociación Cultural VIA VICENTIUS - GOGISTES VALENCIANS

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